Un 14 de febrero alejada del consumismo, aunque no tanto de las demostraciones de afecto ni del estrés citadino
He de iniciar comentando que hoy es un 14 de febrero muy distinto al de años anteriores, siempre fui "devota" ja! a esta fecha y confieso que hasta víctima de la publicidad, pero es que se volvió el pretexto ideal para dar a mis amigos y el entonces novio, un detalle representativo, simbólico agradeciendo su grata compañía y sobre todo su apoyo sentimental, emocional y demás.
Y es que en serio, no suelo decirle a mis amigos lo que siento por ellos, me encantaría estar segura que sin decirlo y sin gritarlo lo han percibido, que se han percatado de mis intenciones y sentimientos para con ellos. Y es que si de algo estoy segura, es de que todos estamos construidos por marcos de referencia completamente diferentes, y conforme a estos es que captamos la información que viene de afuera, entonces lo que para unos puede representar un acto de amor y demostración de afecto, para otros simplemente es algo más, así de llano.
Y bueno, tal vez esto que escribo es porque el día de hoy me pareció muy "raro", no vi a mis amigas y amigos, bueno sólo a Eduardo, no les llamé por la falta de tiempo (pretextos), y ellos tampoco lo hicieron, y es que lejos de cualquier detalle como regalos o cosas por el estilo (que es lo de menos), está el asunto de cómo vives o experimentas tus emociones y tus sentimientos; y hoy, precisamente hoy, este 14, fue un poco caótico, cansado y estresante. Anduve con mi amigo de aquí para allá, de facultad en facultad, de banco en banco, vaya hasta dimos un viaje redondo y cómodo pero inútil desde la facultad de ingeniería y de vuelta a ella sólo para probar el nuevo pumabus de la UNAM (la verdad creímos que nos llevaría al metro CU, pero no) jajaja!!
En fin, creo que lo bonito o lo que rescato de este día es la compañía de Eduardo y el haber ido con él a la librería el Sótano a comprar unos libros, tanto él como yo, nos autorregalamos ja!! y vaya qué buen regalo!
Yo me regalé nada menos que un libro de F. David Peat:"Sincronicidad: Puente entre mente y materia", ya quiero leerlo, pues la sincronicidad es un tema por demás apasionante para mi...y también fue muy lindo ver una película en casa con my friend, estuvo medio alucín (aclaro, la película no él, jajaja!!) con una trama muy trillada, pero entretenida ja!!
Ah!! por cierto, cómo son estas cosas de la vida ¿no? hoy que me compré el libro de la sincronicidad, no temo en aseverar que experimenté una sincronía, fue sorprendente, pero me pasó.
Resulta que la persona en quien yo estaba pensando, mientras viajaba en el metro de la ciudad, en una de sus estaciones, me la encontré, ahí sentada frente al vagón en el que iba. ¡Qué experiencias!